Bueno, parece que no todo está perdido. Llevo varios días descubriendo blogs, artículos y grupos alternativos que proponen nuevas formas de protesta y de reflexión acerca de los tiempos que nos ha tocado vivir. La mayoría de ellos impulsados por jóvenes anónimos, hartos de quedarse de brazos cruzados ante la evidencia de que el caos que se avecinaba se está haciendo presente y que la crisis de valores de que todo el mundo habla quizá es más grave de lo que algunos pensábamos.
Llegados a este punto, me pregunto hasta dónde seremos capaces de llegar. ¿Cuál va a ser el resultado de esta aparente toma de conciencia? ¿Tiene nuestra indignación el peso suficiente como para impulsar alguna reacción merecedora de mención? ¿De verdad vamos a movilizarnos? ¿Vamos a atrevernos por fin a pasar de las palabras a los hechos? Permitidme que lo dude o, mejor dicho, que no me fíe. Que si algo nos caracteriza a los españoles es nuestra afición a las quejas, reproches y lamentos aleatorios, lanzados al viento con la misma facilidad con que se tira la cáscara de un cacahuete. Lo que sigue a todas nuestras protestas suele ser la nada; ante una injusticia se nos enciende la alarma, “no, yo no tengo por qué aceptar esto”... y luego ¿qué? Muy pocos son los valientes que dan el siguiente paso. Ni siquiera una servidora se siente capaz y este blog es el ejemplo. No, no me gusta lo que veo a mi alrededor: lo capto, lo analizo, lo disecciono y traduzco mi disgusto en pequeñas entradas en un blog que con un poco de suerte leerán mi madre y mi prima, si es que no tienen nada mejor que hacer. Y eso es todo. Aquí acaba mi lucha. Y lo que me preocupa es que intuyo que como yo, miles. Porque nos han educado para identificar lo que no es adecuado, pero nadie nos ha enseñado a luchar contra ello...no conviene alimentar el germen de la rebelión. Curiosamente, parece que en la cultura musulmana sucede todo lo contrario. Su alarma de la injusticia no solo se enciende, sino que impulsa el movimiento. Entonces ¿es la religión, en último término, lo que condiciona las formas de reaccionar frente a la tiranía y el abuso?
Seguiré dándole vueltas...mientras tanto, aquí dejo algunos de los artículos y blogs a los que me he referido al principio.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/19/espana/1298115916.html
http://nosoloestastu.blogspot.com/
http://quetienedemalolalibertad.wordpress.com/
La rebelión puede ser por la palabra...y saber utilizarla como tú, es un buen punto fuerte.
ResponderEliminarMuy bien, sigue diciendo basta como Mafalda. No terminarás nunca de hacerlo, pero descarga muchas tensiones. Si quieres ver mi bloc, clica http://comperdoni.blogspot.com/
ResponderEliminarBesos
hans
Me da a mí que será más cuestión de afirmar lo que uno quiere que luchar contra lo que uno detesta.
ResponderEliminar